El pasado viernes, en el DTC (Dispositivo Territorial Comunitario), comenzó el primero de los cuatro módulos de capacitación de la Ley Micaela. Estás capacitaciones están destinadas a todas las personas que se desempeñan en la función pública, en los poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
A través de las mismas, se busca cuestionar la desigualdad, la discriminación y transformar las prácticas concretas de cada cosa que hacemos, cada trámite, cada intervención, cada proyecto de ley y, en definitiva, cada una de las políticas públicas.
El proceso de formación propone un recorrido desde el acumulado de saberes, normas y prácticas, con el fin de trascender el sentido común alrededor de temas clave como: género, discriminación, violencia de género, identidad y orientación sexual, división sexual del trabajo, entre otros.
En el ámbito local, es llevado a cabo a través de la Dirección de Genero, Diversidad y Derechos Humanos.