Por: Busnelli Flavia, Crespi Caterina, Cavallo Regina (Estudiantes de Psicología): En el marco de la primera jornada del 3er Congreso Regional de Mujeres y Disidencias, se llevó adelante, dentro del eje de Salud Integral, una ponencia que trató la temática de salud mental, abordando la perspectiva de derechos humanos y género.
Invitamos con este panel a interpelar ciertas prácticas, en una sociedad marcada por una abundancia de estereotipos y etiquetas que terminan arrasando la subjetividad de los usuarios de servicios de salud mental, entendiendo que la misma es un derecho de todos. Quienes conformaron este panel fueron la Psicóloga, Abogada y Magíster en Salud Pública María Natalia Echegoyemberry y la Licenciada y Doctoranda en Psicología Romina V. De Lorenzo.
La Psicóloga, Abogada y Magíster en Salud Pública María Natalia Echegoyemberry, en su presentación contó su experiencia de trabajo en Villa Inflamable, provincia de Buenos Aires, ya que, forma parte de ACIJ, Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia. Asociación civil que tiene como misión contribuir al fortalecimiento de las instituciones democráticas, promover el respeto por los derechos fundamentales y trabajar para la defensa de los grupos más vulnerables de la sociedad. https://acij.org.ar/
Ambas disertantes también trataron la problemática de la institucionalización de sujetos con padecimiento mental y el ejercicio profesional que se llevan a cabo en la actualidad, referenciando a la Ley 26.657, Ley de Salud Mental, que entre otros puntos plantea el cierre de hospitales monovalentes e instituciones de encierro para el 2020, convirtiéndose éstos, en hospitales generales y casas de medio camino.
Es importante aclarar que dicha ley explicita que la internación debe ser el último recurso de intervención, siendo un mejor abordaje para el sujeto, el que se realice dentro de su comunidad, con la menor ruptura de lazos sociales posibles. Esto se entiende desde la perspectiva de que el padecimiento mental no es un estado absoluto que no sufre cambios, por el contrario, es un proceso que implica una continua revisión por parte de los profesionales para garantizar los derechos de los usuarios.
Cabe resaltar que en la cotidianidad nos encontramos con que la mayoría de las consultas dentro de los servicios de salud mental generan estigma en todo aquel que busca morigerar su sufrimiento psíquico. Pero es en especial, en mujeres, disidencias y sujetos de menores recursos, donde se observa un mayor desplazamiento que los expulsa fuera del modelo hegemónico vigente, socialmente reproducido, lo que conlleva, muchas veces, a la psicopatologización de dichos sectores.
Como expresa la Licenciada y Doctoranda en Psicología Romina V. De Lorenzo: En este panel se hablaron de prácticas en salud mental, de sus periferias, fronteras, márgenes. De territorios, formas de habitarlos, marcos que contienen y desbordan. Se intentó dar cuenta de centros que priorizamos y todo lo que escondemos allí –en los márgenes- ¿Porque nos avergüenza? ¿Porque tememos? (…) ¿Qué existe realmente en los márgenes de nuestras miradas? ¿Quiénes y cómo se hacen esas prácticas marginales? ¿Qué palabras, acciones, centros, reclaman?.