El viernes por la noche se llevó a cabo el acto oficial en la Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario.
El «Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia» conmemora a las víctimas de la última dictadura militar. Esta fecha se propone como un día de reflexión y análisis para repensar las graves consecuencias sociales, políticas y económicas de la última dictadura militar. También, para que todos y todas renovemos el compromiso de una ciudadanía democrática, en la defensa de la vigencia de los derechos y las garantías establecidos por la Constitución Nacional, y del régimen político democrático.
Hoy nuestra ciudad, a 47 años del inicio de la dictadura cívico militar genocida más sangrienta ocurrida en nuestro país, seguimos construyendo MEMORIA, buscando VERDAD y exigiendo JUSTICIA para los genocidas militares y sus cómplices civiles.
El único orador del acto fue el Subsecretario de Salud y Desarrollo Social, Leandro Primón. Compartimos sus palabras:
“Este 24 de marzo se conmemoran 47 de años de aquel momento nefasto para la historia de nuestro país como fue el Golpe de Estado Cívico militar, autodenominado “Proceso de reorganización Nacional”. Palabras fuertes, que al escucharlas nos causan angustia, dolor, porque escondían más de 30000 compañeros, amigos, padres, madres e hijos desaparecidos.
Y fue inesperado imaginar que, en 1983 con la llegada de la democracia, a sólo 7 años del golpe más violento y cruel, podíamos recuperar un estado de derecho. Como también fue inesperado pensar que este nuevo gobierno, surgido de la voluntad popular, iba a ser el que tendría el coraje de juzgar a los genocidas del pueblo argentino. Porque fuimos la única Nación Latinoamericana que se animó a hacerlo. Y en épocas donde aún reinaba el miedo, el exilio, el no te metas, hubo singularidades que lucharon para instalar nuevamente la dignidad a todo un pueblo. Un nuevo gobierno, fiscales y jueces que lograron que la verdad sea honrada con la recuperación de una justicia digna, (injusta y arbitraria hasta ese momento). Que tuvieron el propósito de terminar de una vez y para siempre con la tradición de que los delitos y crímenes de lesa humanidad cometidos en dictaduras, siempre quedaran impunes.
Porque hubo argentinos sobrevivientes del horror que se animaron a dar testimonio para que el juicio a las juntas sea posible, que pusieron en palabras el hecho tenebroso y macabro de tantos centros clandestinos de detención. Narraciones que aún duelen y que marcaron a fuego nuestra memoria.
Pero no estuvieron solos, estuvieron ellas, las abuelas y madres de plaza de mayo, estoicas luchadoras, constantes en su reclamo circular y silencioso de pañuelos blancos, inquebrantables, decididas hasta las últimas consecuencias para recuperar a sus hijos e hijas desaparecidos. (Como dijo Hebe en una oportunidad “peleaban por los nadie”). Madres y abuelas que necesitaban saber la verdad.
A 40 años de democracia ininterrumpida, necesitamos más que nunca memoria, verdad, y justicia.
Una recuperación profunda de la memoria y que en la Argentina de hoy se vuelvan a recordar, recuperar y tomar como ejemplo a aquellos que fueron y son capaces de dar todo por los valores patriotas, y no volver a caer en discursos vacíos, mal intencionados, mentirosos, que pretenden volver a construir una sociedad diezmada.
Logremos una verdad que sea sinónimo de dignidad para todos y todas, no una verdad sesgada, conveniente para unos pocos.
Sigamos trabajando para lograr un país más equitativo, sin endeudamiento y condicionado por el FMI, con inclusión social, que combate la desocupación y las injusticias.
Volvamos a creer en lo inesperado, apelemos al valor de esos argentinos de 1983 y luchemos como pueblo por una justicia que no mire al costado ante hechos que atentan contra la institucionalidad nacional, para decir basta de parcialidad del poder judicial, basta de magnicidio, basta de falta de respeto a la democracia. Por todo eso es importante decir, Ahora y siempre NUNCA MÁS. NUNCA MÁS MIRAR PARA OTRO LADO
Necesitamos recuperar el país que todos y todas nos merecemos, construyéndolo juntos a pesar de las diferencias.
Por eso, a los que no están aquí, Madres, Abuelas, hijos: gracias por el ejemplo de lucha.
Y a todos los presentes, defendamos con fe, con capacidad de amar, con memoria, aquella bandera y aquel corazón que alumbraron una Argentina con todos y para todos y todas, va a ser nuestra guía y también la bandera de la memoria, la verdad y la justicia.
Por esto y para esto, dejaremos todo”.
Luego, en el marco del Programa Casas de la Historia y la Cultura del Bicentenario, impulsado por la Dirección Nacional de Innovación Cultural de la Secretaría de Desarrollo Cultural del Ministerio de Cultura nacional se proyectó la película "Argentina 1985".