El Sábado 8 de junio en el 3er Congreso Regional de Mujeres y Disidencias” estuvo disertando Florencia Freijo, en el Panel : Feminización de la Pobreza.
En un primer momento Florencia comienza su exposición haciendo referencia a la trayectoria histórica de mandatos sociales, roles establecidos, estereotipos de género que “determinan y/ o condicionan por así decirlo a las mujeres y disidencias.
Como mujeres todo el tiempo nos estamos relacionado con otras mujeres y disidencias, ya sea desde lo personal, profesional, laboral….y es en esas relaciones que podemos visualizar que como común denominador encontramos que en la mayoría de estas, existe una falta o imposibilidad de acceso al mercado trabajo o precarización laboral que empobrecen a las mujeres sobre todo en el ejercicio de la maternidad.
Florencia refiere como un primer disparador manifestar que la maternidad en ciertas circunstancias nos empobrece, ante esta afirmación nos quiere decir que existen ciertas implicancias que surgen durante la maternidad y en la crianza de lxs hijxs que hacen que nos empobrezcamos tanto en lo económico, como en lo simbólico, para ello plantea ciertos interrogantes para que se pueda visualizar por ejemplo …….que pasa cuando una mujer va a solicitar un empleo, existe la pregunta de sos madre?, vas a tener hijxs en algún momento de tu vida? Siendo esto para el otrx un CONDICIONANTE al momento de evaluar la posibilidad de acceso al trabajo, no pasa lo mismos con los varones al momento de solicitarlo.
………cuando fuiste madre reciente , tenés un empleo y debes retomar tu actividad laboral a los 3 meses , con quien dejas a tu hijx?, podes pagar una guardería?, que pasa con la lactancia?.
………..Si estas en pareja , trabajas y tenés hijxs, porque tenès que seguir trabajando luego de la jornada laboral, dentro de casa?, que pasa con las tareas domesticas porque están ligadas específicamente a las mujeres?. Existe la responsabilidad compartida?
………..si tenemos que dejar a nuestrxs hijxs para salir a trabajar, seguramente lxs dejamos al cuidado de algún familiar mujer, o con algunx niñera mujer cuya remuneración seguramente va hacer precaria porque no contamos con altos sueldos como para poder regularizar el sueldo de la misma , feminización de los cuidados.
……….si no tenemos a alguien que cuide de nuestrxs hijxs , debemos dejar de trabajar?, como sobrevivimos, con que ingresos, recursos?
………..que pasa con la cuota alimentaria y la responsabilidad parental, cuidados personales? Parece que depende o se trate solo de la voluntad del otro. La pregunta es como las madres con recursos inestables e insuficientes deben garantizar, satisfacer necesidades e interés de sus hijxs, y personales.
Todo esto no nos explican cuando decidimos ser madres, y son barreras que hacen que las mujeres muchas veces nos sintamos obligadas a “atender, servir, cuidar y acompañar” algunas veces en soledad y otras feminizando cuidados, sumado a esto la culpa, vergüenza, miedo que generan todo esto que hace que algunas posterguemos nuestros deseos, intereses, necesidades por un otrx o peor aun tengamos que depender de otrx para poder sobrevivir.
Florencia durante su exposición describe barreras que imposibilitan a las mujeres y disidencias tener acceso al mercado laboral, una de ella es la pared de cristal, es el reflejo de nuestra vida privada en la pública, es decir que como las mujeres y disidencias son “supuestamente mejores en las tareas domesticas y de cuidado” los puestos laborales o el acceso ellos exclusivamente
están vinculados a lo anterior. Es por eso que se cree que lo que somos en la vida privada (hogar) es lo que podemos hacer y cómo es un rol natural y sin ningún esfuerzo, es el peor pago.
Nota: Marilina Gerosa, integrante del equipo organizador del congreso.
Techo de cristal imposibilidad que tienen las mujeres y disidencias con las mismas condiciones que un hombre de poder acceder a puestos de decisión y dirección
Suelo pegajoso: cuestiones que anclan al piso, como mujer no puedo salir al mercado laboral porque debo dedicarme a las tareas de cuidado y vida familiar, entre juego la presión dentro de la pareja, en la familia y en la sociedad que hacen creer a las mujeres y disidencias que son las principales responsables de cuidado. El sentimiento de culpa y las dobles jornadas dificultan las promoción profesional, personal.
Si bien a partir de los años 50, las mujeres salieron al mercado laboral , marcando un antes y después en la vida de estas, desde lo privado a lo público, lo hicieron en condiciones más precarias que los hombres , sumándole a ello la doble jornada laboral, esto no significa que hay que dejar de trabajar en la casa en lo que refiere a lo domestico, tareas de cuidados sino que debemos replantearnos los roles, mandatos establecidos, estereotipos, los cuidados feminizados.
Las barreras en el mundo del empleo son enormes, concretas y simbólicas, en una sociedad que permanentemente nos dice que no valemos y que además de sancionarnos como madres al no contratarnos, al no tener de por sí una brecha adicional salarial, se nos haga tan difícil pedir un aumento u honorarios acordes, es por ello que trabajar en el valor personal y exigir un pago justo es también romper con el machismo.
Para concluir para repensar que eso que hacemos todos los días las mujeres y disidencias , eso que llaman amor ,es trabajo no pago…..Si bien aun hoy está pendiente poder pensar
herramientas concretas para revertir e instrumentarlas, pero poder visibilizar , democratizar y valorizar las tareas domesticas y de cuidados también es revolución.